La proporción áurea lleva fascinando a matemáticos, pintores y escultores durante cientos de años. La encontramos presente en las matemáticas, la naturaleza, la arquitectura, la pintura y la fotografía; y su nombre lleva implícito belleza, equilibrio y armonía.
A través de una serie de cálculos matemáticos basados en una serie numérica, se establecen los parámetros de estas proporciones agradables a la vista y aplicadas desde la antigüedad en todo tipo de elementos que aspiraban a una perfección formal.
Desde el Partenón hasta una fotografía que siga la famosa regla de los tercios, una caracola o los pétalos de un girasol, la proporción áurea se encuentra presente en muchísimas cosas que nos rodean.
¿Qué es la proporción áurea?
La proporción áurea es el vínculo existente entre una serie de números basados en el número áureo a la que se le otorga una condición estética. Aquello cuya forma respeta la proporción áurea es considerado bello. La proporción áurea ha sido aplicada con éxito en múltiples proyectos, diseños, edificios, fotografía, jugando un papel importante las matemáticas.
La proporción áurea también se conoce como razón áurea, número áureo o divina proporción.
La proporción áurea se genera a través de una serie numérica conocida como Sucesión (o serie) de Fibonacci.
Fibonacci, también conocido como Leonardo de Pisa, fue el célebre matemático que introdujo la numeración árabe en occidente (hasta el momento se utilizaba la romana) y que dio a conocer la sucesión numérica infinita cuyas proporciones se aproximan al número de oro.
¿Qué es la serie Fibonacci?
La serie Fibonacci se basa en una sucesión de números infinita. Empezando por 1,1, el resto de números son la suma de los dos anteriores: 1+1=2, 2+1=3, 3+2=5, 5+3=8, 8+5=13, 13+8=21 y así hasta el infinito.
Si dividimos cada número de la serie Fibonacci con el anterior, este valor se aproxima al número áureo o número Phi, cuyo valor es 1,68033988749894…
Si hacemos la división de los números de la serie Fibonacci, obtenemos resultados como por ejemplo: 89/55= 1,61818182 o 144/89= 1,61797753, que como puedes observar se corresponden con el número áureo o Phi.
¿Qué es el número áureo?
El número áureo es un número algebraico irracional (su representación decimal es infinita y no tiene periodo) y se obtiene de la relación o proporción entre dos segmentos de una recta, es decir, de una construcción geométrica.
Este valor es el 1,618033988749894… y se obtiene de la fórmula:
El número áureo (o número Phi) fue descubierto en la antigüedad y posee muchas propiedades interesantes, ya que esta proporción se encuentra tanto en figuras aritméticas como en la naturaleza. A menudo se le ha relacionado también con lo divino.
En el siguiente vídeo lo tienes perfectamente explicado:
Serie Fibonacci
La espiral áurea o espiral de Fibonacci
A nivel visual, si aplicamos la serie Fibonacci en un rectángulo, obtenemos una espiral con unas proporciones como la siguiente:
SI te fijas bien, verás que la espiral áurea es una versión más compleja de la regla de los tercios que se aplica en pintura y fotografía.
Ejemplos de proporción áurea
La proporción áurea ha fascinado durante cientos de años a todo tipo de perfiles artísticos o matemáticos. Sus proporciones se han encontrado en numerosos elementos naturales, asociada a la perfección y a lo divino, se ha aplicado en obras arquitectónicas, escultura y pintura.
Veamos algunos ejemplos dónde podemos encontrar estas proporciones vinculadas al número áureo o número de oro.
La proporción áurea en la naturaleza
Esta proporción áurea se encuentra muy presente en la naturaleza. Resulta especialmente curioso, por ejemplo, analizar los pétalos de un girasol, donde la serie Fibonacci se repite a la perfección.
En los girasoles, la primera fila de pétalos puede contener 21, 34, 55 u 89 pétalos correspondiéndose en la segunda fila con otros 34, 55, 89 o 144. Todos son números y proporciones que concuerdan con la serie Fibonacci o proporción áurea.
Y no solo en los girasoles encontramos este patrón, también en pétalos de distintas flores (existen flores con 3, 5 y 8 pétalos y también con 13, 21, 34, 55, 89 y 144), en la distribución de las hojas en un tallo, en la relación entre las nervaduras de las hojas de los árboles, en la cantidad de espirales de una piña, en la estructura de los huracanes, en la relación entre la distancia entre las espiras del interior de un caracol, en la disposición de las galaxias, etc.
La proporción áurea en el cuerpo humano
La búsqueda de las proporciones perfectas en el cuerpo humano es algo habitual en la historia. Quizá uno de los estudios de proporciones más icónicos es el que Leonardo da Vinci hizo en su famoso «Hombre de Vitruvio» .
Adolf Zeising también realiza numerosas investigaciones sobre la proporción áurea en la naturaleza y más adelante en el cuerpo humano, que recoge en su obra “Nueva doctrina de las proporciones del cuerpo humano”, donde concluye que la proporción áurea rige de forma universal.
La proporción áurea en el cuerpo humano se encuentra, por ejemplo, en la distancia entre el ombligo y la planta de los pies de una persona, respecto a su altura total; en la relación entre longitud de la cabeza y su anchura; en la relación entre las falanges de los dedos, etc.
Si observas, por ejemplo, una oreja verás que está cumple a la perfección con la espiral de la serie Fibonacci.
Estudio de proporciones de Leonardo Da Vinci. Estudio de proporciones de Adolf Zeising
La proporción áurea en el arte
Las propiedades del número de oro o la proporción áurea han sido explotadas en todas las ramas del arte desde la Antigüedad debido a su carácter estético y su relación con lo bello, lo místico o lo divino.
Obras pictóricas como la Gioconda o la última cena; del gran Leonardo da Vinci; o las Meninas de Velázquez, encajan a la perfección en la proporción áurea; también las esculturas de Fídias o composiciones de músicos como Debussy o Mozart.
A día de hoy puedes encontrarla aplicada en el diseño, en carteles publicitarios o fotografía, siempre buscando las proporciones de lo bello y lo agradable al espectador.
La proporción áurea en la fotografía
En fotografía, la proporción áurea se utiliza para componer imágenes estéticamente agradables y equilibradas, y sobre todo para situar el protagonista en puntos concretos de la imagen donde este destaca de forma natural.
La famosa regla de los tercios, es una versión simplificada de esta serie de Fibonacci o proporción áurea, y nos indica los puntos fuertes de la imagen, que se traducen en el lugar donde más fácilmente destacar al sujeto.
Al dividir el encuadre en dos líneas horizontales y dos verticales, se crean 4 intersecciones. Estas intersecciones son las que conocemos como puntos fuertes.
La proporción áurea en la arquitectura
Fidias, al que se atribuye la concepción del templo Partenón, así como algunas de las mejores esculturas de la Antigüedad, fue un gran entusiasta del número de oro (de hecho el nombre Phi es en honor suyo).
Obras como el Partenón, que pretende unir la belleza con lo místico, y sus esculturas (conservadas o no) se basaron en el número de oro y la proporción áurea.
También podemos encontrar la proporción áurea en obras arquitectónicas como la Gran Pirámide de Giza o en arquitectos modernos tan célebres como Mies Van der Rohe o Le Corbusier.
En definitiva, la proporción áurea es una forma de acercarnos a la belleza de forma universal. Aquello que matemáticamente más se aproxime a Phi, lo percibiremos como bello y perfecto.
En fotografía, la espiral áurea nos puede ayudar a componer una fotografía agradable a la vista, así como a establecer el lugar en el que situar a nuestro protagonista. Pero esta noción de belleza y perfección es aplicable tanto a arquitectura, como a pintura, a partituras musicales, a personas o a elementos naturales.
Fuente: https://www.blogdelfotografo.com/proporcion-aurea/
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